Los Alaskan Malamute tienen su orígen en la tribu de los Inuit, con quienes comenzaron una relación especialmente cercana, sirviéndoles también para el transporte de mercancias a través de la nieve. Los Alaskan Malamute convivían con las tribus esquimales, perteneciendo al grupo como uno más de la familia y en ocasiones llegaban a encargarse de los más pequeños. Actuaban también como cazadores.
Esta raza de perro, es conocida como una de las más antiguas del continente norteamericano, usada durante la II Guerra Mundial para el traslado de armas y ayuda para el rescate por sus características físicas. En la actualidad se mantiene esa faceta de los Alaskan, de «rescatadores» por su gran capacidad de aguante y fuerza física, sobre todo a temperaturas extremas.
El pelaje de los Alaskan Malamute está preparado para esas regiones frías y nevadas, pudiendo llegar a tener un manto doble de hasta 5cm de grosor. Éste les funciona como capa asilante para poder aguantar las bajas temperaturas. En el caso de los machos, mudan el pelo de manera estacional. En cambio, las hembras mudan según sus ciclos hormonales: antes de cada celo y después del parto. El pelo de los Alaskan repele cualquier suciedad y generalmente carece de olor.
Un signo completamente característico de estos perros de la zona ártica, es que no ladran, aullan.
Si aún no eres amante de los Alaskan, con estas curiosidades, no podrás resistirte. Es una raza siempre dispuesta al juego y al cariño de quienes le rodean.
¡Pon un alaskan malamute en tu vida!